Se acerca fin de mes, días precisos para irse de viaje con la finalidad de escapar de la incansable rutina y al parecer la presidenta Dina Boluarte lo sabe, ya que ha solicitado viajar a los Estados Unidos el 1 al 4 de noviembre y participar en la Cumbre Inaugural de Líderes de la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP). El país se encuentra inmerso en una recesión económica, según el anuncio del ministro de Economía, Alex Contreras, lo que hace necesario un liderazgo enfocado en los desafíos internos.
Es fundamental mantener relaciones internacionales y buscar oportunidades económicas, igualmente es esencial que estos esfuerzos se equilibren con la atención a las cuestiones locales. En medio de críticas y mociones de vacancia, la presidenta se enfrenta a preguntas sobre su compromiso con el país. Sus viajes al extranjero, respaldados por el Legislativo, han generado controversia y derrumbando la confianza pública en su liderazgo.
El Gobierno remarca la importancia de dirigir la política exterior y establecer relaciones con otros líderes en la cumbre APEP. La participación en estas reuniones se abordan temas cruciales como la generación de empleo de calidad, el fortalecimiento de vínculos económicos con otros Estados y la atracción de inversión responsable para financiar proyectos en el Perú.
La participación de Perú en la cumbre APEP como parte de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas es un paso positivo en la búsqueda de oportunidades económicas y colaboración regional. No obstante, para lograr un verdadero progreso, la presidenta Boluarte debe priorizar el bienestar del país. Su historial de viajes al extranjero, han generado preocupaciones y críticas, y es responsabilidad de su liderazgo aclarar estas inquietudes y aumentar los esfuerzos en beneficio de la nación. Su viaje debe ser autorizado por el congreso, lo más probable es que se salga con la suya debido a la alianza que tiene con la mayoría parlamentaria.
