Todos los días las personas se dirigen a estudiar o trabajar, sin embargo no tienen la certeza de regresar a sus hogares. Esto es debido a los altos números de incidencia de robos, asaltos, extorsión, asesinatos ocurridos en la capital, por no mencionar el interior del país.
Antes se podía determinar los horarios de incidencia de los actos criminales, pero en la actualidad ya no es posible. Los delincuentes se han vuelto más temerarios y si eso no es suficiente, ahora se han estructurado convirtiéndose en organizaciones criminales.
Por otra parte, la problemática del sicariato está afectando a la capital, ya que solo se necesita realizar un pago y señalar a la víctima en cuestión para que se ejecute el horrendo crimen.
Como se recuerda, uno de los hampones más buscado era Christopher Fuentes, alias el “Maldito Cris”, quien fue abatido por la Policía Nacional del Perú (PNP), entre sus delitos destaca el asesinato de un efectivo policial, robo y extorsión.
Luego de su fallecimiento, su pareja Wanda del Valle, alias “Bebecita del Crimen”, tomó las riendas del negocio delincuencial y amenazó a los policías que formaron parte de la intervención policial. Pero la intimidación más grande es contra el jefe de homicidios, el coronel Víctor Revoredo, debido a que la ciudadana extranjera busca venganza y no ha encontrado mejor forma que traer ocho sicarios para acabar con él.
La delincuencia se está desbordando en el país, por lo tanto se había planteado el plan Bukele, ahora se ha descartado, para transformarse en el plan Boluarte, una idea sacada debajo de la manga para generar distracción. La población peruana demanda que se tome acción inmediata ante la inseguridad ciudadana.