En Minsk, Bielorusia, el gobierno de Ucrania y los rebeldes separatistas firmaron un protocolo para implementar un alto el fuego a partir del viernes a las 15.00 GMT, comunicó el presidente ucraniano, Petro Poroshenko.
Entretanto las potencias occidentales siguen trabajando para aumentar las sanciones hacia Rusia, ya que acusan al país de enviar tropas al este de Ucrania, lo cual Moscú sigue negando.
A las conversaciones realizadas en la capital de Bielorusia acudieron Leonid Kuchma, expresidente de Ucrania; Mikhail Zurabov, embajador de Rusia en Ucrania; y los líderes de la autoproclamada «República de los Pueblos» en Donestsk y Luhansk.
Esta reunión apareció como respuesta al plan de paz de siete puntos presentado por el presiente ruso Vladimir Putin. Incluye el monitoreo internacional del alto el fuego, un alto a las “operaciones ofensivas activas” del ejército ucraniano y los rebeldes, así como el intercambio incondicional de prisiones y corredores de ayuda humanitaria.
Al mismo tiempo que tienen lugar las conversaciones en Minsk, la capital de Bielorusia, siguen los combates en el este de Ucrania. El ejército ucraniano está intentando mantener el control sobre Maripuol en el Mar de Azov. Asimismo, aviones de combates ucranianos están atacando posiciones de los rebeldes.
Mientras tanto en una cumbre de la OTAN en Gales se acordó una nueva fuerza de defensa colectiva que puede desplegarse a diferentes puntos problemáticos en cuestión de días, ya que la preocupación por la crisis de Ucrania aumentó.
