No es novedad la creciente ola delincuencial existente en nuestro país que crea una sensación de inseguridad en las ciudadanas y ciudadanos del Perú. El estado de emergencia decretado precisamente para combatir la criminalidad en distritos tales como San Juan de Lurigancho, San Martin de Porres, Sullana en Piura, Cercado de Lima y Lince, no ha funcionado con el éxito esperado.
Recientemente, comenzó a circular un video con la banda criminal extranjera autodenominada “Los Gallegos”, una facción del “Tren de Aragua”, donde señalaban que asesinarían a mototaxistas del distrito de la Victoria y El Agustino luego de una gresca ocurrida días previos entre trabajadores de ambas nacionalidades. A este grado de violencia se encuentra sometido el país.
Si retrocedemos un par de años, los crímenes más comunes eran robos, asaltos, asesinatos, pero actualmente los hechos delincuenciales recurrentes son las extorsiones, homicidios por encargo, descuartizamientos, la trata de personas y distintas redes de explotación sexual. De esta forma, el Perú avanza a una oscuridad que puede terminar o ya está consumiendo a toda la población.
Es la realidad del país, aún con estado de emergencia los delincuentes no se detienen y es el caso de “Los Gallegos”, la mafia venezolana liderada por José Ángel Ortega Padrón, alias Armando. A su vez, él se encuentra bajo el mando de HyD, líder de la banda criminal, quien de la misma forma, rinde cuentas a Héctor Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, el prófugo jefe principal del “Tren de Aragua». Todos envueltos en la captación de mujeres para la trata de personas y por consiguiente, la explotación sexual según Diario La República.
Finalmente, queda sobrevivir en esta época tratando de esquivar la delincuencia y teniendo fe en llegar a nuestros hogares cada vez que salimos. Las autoridades deben buscar estrategias adecuadas para no caer en la improvisación, ya que está comprobado a través de las opiniones de las personas entrevistadas diariamente, que el estado de emergencia no es un éxito para combatir el crimen,
