Comenzamos esta redacción con el temor de ser sancionados o reprimidos, dado que mediante la editorial se presentan hechos noticiosos de importancia nacional e internacional para exponerlos al público. El editorial periodístico en términos simples es una opinión, pero en base a información. En ciertos casos se emplean fuentes para detallar con mayor precisión un tema determinado.
Las fuentes periodísticas son datos que permiten elaborar un discurso narrativo. El periodista y sus fuentes mantienen un acercamiento de interés, el primero por exponer un acontecimiento novedoso o de interés colectivo y el segundo desea que la información tenga un espacio en los medios de comunicación. Igualmente, dependiendo el suceso, las fuentes pueden mostrarse públicamente o mantener el anonimato por una cuestión de seguridad.
En esa misma línea, el trabajo realizado por los periodistas puede peligrar, luego que el semanario Hildebrandt en sus Trece denunciara a la Policía Nacional del Perú le enviará un oficio con la finalidad de revelar las fuentes utilizadas en un caso donde se implicaba a la Fiscalía, descubierto en mayo del 2022. No obstante, la Asociación Nacional de Prensa (ANP) puntualizó que las demandas de esta índole fueron generadas por la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Lima Norte.
La libertad de prensa peligra con la intención inmoral de revelar las fuentes periodísticas y en los últimos meses, la ANP recibe denuncias por parte de periodistas hostigados en el ejercicio de sus funciones. No es posible que en un país donde se menciona la democracia no se permita trabajar con independencia. En una especulación responsable, podemos señalar que presuntamente existan grupos en las sombras con miedo a la recopilación de la información sobre asuntos, los cuales prefieren que se queden sin ver la luz.
