El pasado martes 1 de julio, padres de familia de la Institución Educativa Inicial 652-03 San Martín de Porres, ubicada en el barrio 2 etapa de la cuarta etapa de la urbanización Pachacámac, en Villa El Salvador, denunciaron que las autoridades municipales no han atendido su solicitud para retirar el agua empozada en los exteriores del plantel.
El pasado martes 1 de julio, padres de familia de la Institución Educativa Inicial 652-03 San Martín de Porres, ubicada en el barrio 2 etapa de la cuarta etapa de la urbanización Pachacámac, en Villa El Salvador, denunciaron que las autoridades municipales no han atendido su solicitud para retirar el agua empozada en los exteriores del plantel. Alertan que la humedad ha empezado a carcomer las paredes, y que los niños estudian entre filtraciones, frío y riesgo de enfermedades.
¿Por qué los padres tienen que hacer el trabajo de la municipalidad?
Cansadas de esperar, las madres han optado por sacar el agua a balde limpio. “Esta agua es solo de hoy, pero llueve toda la noche. Cada dos días tenemos que venir a barrer y botarla. El dengue, la humedad... los niños se van a enfermar”, denunció Nuria, una madre de familia que, junto a otras vecinas, exige atención urgente. Hasta ahora, el municipio no se ha acercado a la zona.
¿Cuáles son los riesgos reales dentro del colegio?
Según Jacqueline Machaca, tesorera de la APAFA, ya no se trata solo del agua afuera. “Los niños están respirando humedad. No tenemos fondos para una rejilla que filtre el agua. Hemos pedido ayuda, pero no nos hacen caso”. La situación es crítica. Las pistas están empozadas y los menores asisten con botas para evitar enfermarse. Mientras tanto, la humedad sigue avanzando por los muros.
¿Qué dice la comunidad sobre esta emergencia?
Suje Jiménez, madre venezolana con tres años en el colegio, expresó su indignación: “Siempre tenemos esta emergencia. No recibimos apoyo del municipio. Las áreas de juego están mojadas, los niños no pueden salir ni aprender tranquilos. Que el alcalde nos ayude. No tenemos cómo solucionar esto solas”. La comunidad se siente abandonada y exige respuestas inmediatas.
Para actuar, debe pasar una tragedia
Los vecinos piden que las autoridades locales en especial la Municipalidad de Villa El Salvador prioricen esta zona como lo han hecho con otras. La indiferencia institucional ya no es tolerable. Las familias no están exigiendo lujos, solo que los niños puedan estudiar en condiciones dignas. La humedad no espera. Y la educación tampoco debería hacerlo.