CUATRO DE CADA DIEZ OBRAS PÚBLICAS FUERON REPROGRAMADAS EN LOS ÚLTIMOS AÑOS

Videnza Instituto alerta que el cambio constante de plazos distorsiona el avance real de la inversión pública y debilita la transparencia del Estado. Los sectores educación, transporte y salud concentran más del 60 % de los proyectos postergados.

Lima
Categoria : Nacional
Fecha de publicacion : 05 de noviembre de 2025 a las 08:23 a. m.
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Fuente : Foto/Difusión

Un reciente análisis de 4,088 proyectos públicos elaborado por Videnza Instituto revela que “cuatro de cada diez proyectos se postergan por lo menos cinco años”, lo que ha desplazado su culminación hacia los periodos 2026–2036. En la práctica, 2,583 obras —el 77 % de la cartera y más del 80 % del presupuesto total— dejaron de figurar como atrasadas únicamente por modificar su fecha de término. Entre los casos más representativos destacan el Hospital Regional de Loreto, cuyo plazo pasó de 2027 a 2033 con un presupuesto de S/616.6 millones, y el Hospital José Soto Cadenillas de Chota, reprogramado de 2024 a 2030, pese a superar los S/680 millones.


El informe advierte que los sectores educación, transporte y salud concentran más del 60 % de los proyectos postergados, con una demora promedio de cinco años adicionales. La causa principal, señala Videnza, no es la falta de recursos, sino la debilidad en la planificación pública. La Programación Multianual de Inversiones “se ha reducido a un listado de necesidades sin visión de largo plazo”, sostiene la entidad, lo que genera desconexión entre la programación, el presupuesto y la ejecución.


Para Luis Miguel Castilla, director de Videnza Instituto, esta práctica coincide con la aplicación de la Ley N.º 32454, que prioriza presupuestalmente las obras retrasadas y termina incentivando la postergación en lugar de corregirla. “Lo que debía ser una corrección técnica parece una maniobra para maquillar la parálisis estatal”, sostiene el economista, y agrega que urge exigir cronogramas realistas y mecanismos de control, porque “la transparencia debe ser regla, no discurso”.


Fuente: Gestión