La llegada del papa Francisco para este 2018 ha conmocionado a más de uno, pero al parecer el país no estaría preparado. La situación inmejorable dentro de la familia, la deforestación indiscriminada y los constantes incendios sorprenden cada vez más a una población llena de situaciones inciertas.
La situación por la que están pasando cientos de afectados por los incendios parece de nunca acabar, la labor incansable de los bomberos y la lucha por la vida ha llegado a tal punto de pensar que la visita del supremo pontífice a nuestro país es sinónimo de salvación.
Para el párroco de la parroquia Cristo Salvador, Cristóbal Mejían la llegada del papa es algo sorprendente en donde el actuar de la población como el de la iglesia tienen que ir por el buen camino que se les ha inculcado.
Mejía también menciona que el escenario en el que se vive es una repuesta del inmediatismo e informalidad que en pleno siglo XXI no se ha superado, estas acciones no solo reflejan a una parte del país, sino también muchas otras zonas que parecer ser tierra de nadie.
Por otro lado los lugares que pisará el papa será Trujillo, Lima y Puerto Maldonado, coincidentemente son aquellos que han sufrido más en estos últimos años, la realidad que se vive en estas zonas terminan siendo uno peores que otros.
“Ha llegado el momento de despertar, Perú no solo es Lima y las autoridades lo saben, sino que se dejan llevar por los actos informales y que lastimosamente lo más afectados son los que menos tienen”.
Lo que se busca con la llegada del papa es revivir una cultura de paz, una cultura de vida, cuidado del medio ambiente y valorar todo acto de esperanza y renovación por medio de la solidaridad y ver que aún se puede cambiar una situación incierta.
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