¡AY MI CONGRESISTA!

La tardanza del Ministerio de la Producción en publicar el reglamento de la Ley 31749, que reconoce la Pesca Tradicional Ancestral y la Pesca Tradicional Artesanal, se convierte en el terreno fértil para maniobras políticas. El congresista Darwin Espinoza Vargas, investigado por su participación en Los Niños y vinculaciones con la empresaria Sada Goray Chong, lidera una campaña para derogar esta ley que beneficia a los pescadores.

Las conexiones entre Espinoza y Sada Goray plantean interrogantes sobre las motivaciones detrás de la iniciativa para anular una ley que busca proteger los derechos de los pescadores artesanales. Este legislador, señalado por haber influido en designaciones en el Ministerio de la Producción, emerge como una figura cuestionable en este escenario.

El dirigente pesquero Joaquín Cruz, vinculado a Fuerza Popular y con antecedentes judiciales, se suma a la campaña liderada por Espinoza. La combinación de intereses políticos y vínculos controvertidos genera un contexto turbio que pone en peligro los avances en la protección de la pesca tradicional.

La demora en la publicación del reglamento perjudica directamente a los pescadores artesanales, quienes ven mermados sus derechos y enfrentan una disminución de ingresos. La falta de transparencia por parte del Ministerio de la Producción respecto al cronograma para la elaboración del reglamento crea un ambiente propicio para maniobras políticas que afectan a los sectores más vulnerables.

Es imperativo que el Gobierno y el Ministerio de la Producción actúen con celeridad y transparencia para publicar el reglamento de la Ley 31749. La defensa de los derechos de los pescadores artesanales debe prevalecer sobre intereses políticos oscuros que buscan socavar las medidas que protegen a este importante sector de la economía peruana.