La reciente aprobación, por parte del Congreso de la República con 93 votos, del proyecto para reinstaurar el sistema bicameral en Perú plantea preocupaciones significativas sobre el respeto a la voluntad popular. A pesar de la clara expresión en contra de la bicameralidad en el referéndum de 2018, la decisión actual evidencia una desconexión entre la representación legislativa y los ciudadanos. Ignorar la voz de la mayoría plantea interrogantes sobre la integridad del proceso democrático.
El giro inesperado hacia la reelección indefinida, incluida mediante un texto sustitutorio, añade una capa adicional de complejidad y controversia al proyecto. Esta modificación, que propone la derogación del Artículo 90-A de la Constitución, representa un cambio significativo en las reglas del juego político, generando inquietudes sobre la estabilidad y la alternancia en el poder.
El tortuoso camino legislativo seguido por este proyecto, con múltiples cambios y reconsideraciones, refleja una falta de consenso y transparencia en el proceso. La necesidad de dos votaciones que superen los 87 votos en legislaturas consecutivas resalta la importancia de un debate profundo y bien fundamentado antes de tomar decisiones tan trascendentales para la estructura democrática del país.
En el contexto de este retorno a la bicameralidad, es crucial que los ciudadanos estén informados sobre las implicaciones de estos cambios y que se fomente un diálogo abierto y participativo. La segunda votación que se espera en el 2024 representa otra oportunidad para reflexionar sobre la dirección que está tomando el sistema político peruano y asegurar que las decisiones legislativas reflejen verdaderamente la voluntad y los intereses de la población.
