UN KIT DE REVOCATORIA, POR FAVOR

La reciente expedición de 370 kits de revocatoria por parte de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) en el marco de la Consulta Popular de Revocatoria 2025 refleja un clima de descontento significativo hacia las autoridades regionales y municipales en el Perú. Este proceso, que inició el pasado 3 de junio, ha procedido con solicitudes para intentar revocar autoridades en 23 regiones, aunque hasta la fecha Tumbes y Madre de Dios se mantienen sin pedidos admitidos. La alta cantidad de kits emitidos sugiere que una parte considerable de la población está dispuesta a cuestionar y potencialmente cambiar a sus líderes locales.

En Lima, las solicitudes aceptadas son un claro indicio de la insatisfacción que se extiende desde el nivel provincial hasta el municipal. Los distritos de Ate, Chorrillos, Lurín, Surquillo, San Martín de Porres, Villa María del Triunfo, Villa El Salvador, Ancón, Carabayllo, La Victoria, Miraflores, Punta Hermosa y San Bartolo han visto admitidas múltiples solicitudes, algunas registrando incluso dos por cada distrito. Este fenómeno subraya una posible falta de confianza en la gestión de los líderes locales y resalta la necesidad de una evaluación crítica de sus desempeños.

A nivel regional, las solicitudes de revocatoria no son menos significativas, con 20 solicitudes contra autoridades de diversas regiones como Lima, Áncash, Ayacucho, Arequipa, Callao, Cusco, entre otras. Los pedidos abarcan 54 casos en el ámbito provincial y 296 en el distrital, indicando un descontento generalizado y transversal en el país. La exigencia de recolectar firmas del 25 % de los ciudadanos en el padrón electoral añade una capa de complejidad al proceso, pero también asegura que las solicitudes de revocatoria cuenten con un respaldo significativo de la población afectada.

El proceso de verificación de firmas, que culmina el 11 de octubre de 2024, y la posterior presentación de la solicitud de revocatoria ante la ONPE, representan etapas cruciales en este ejercicio de democracia participativa. La transparencia y eficacia de estos procedimientos son esenciales para garantizar que las voces de los ciudadanos sean escuchadas y que cualquier cambio en el liderazgo sea legítimo y refleje verdaderamente la voluntad popular. Este amplio movimiento de revocatoria no solo pone en evidencia el descontento, sino que también resalta la importancia de una gobernanza efectiva y responsable en todos los niveles del gobierno local.