LA CRECIENTE AMENAZA DE LA EXTORSIÓN

La reciente ola de extorsiones contra la Empresa de Transportes Urbanos Los Chinos S.A. (Etuchisa) es un reflejo alarmante de la inseguridad que azota a muchos sectores del país. El último incidente, en el que se dejó una granada junto a un mensaje intimidatorio en el paradero de buses de Villa El Salvador, evidencia la gravedad de la situación. Este tipo de acciones no solo pone en riesgo la vida de los trabajadores de la empresa, sino también la de miles de usuarios que dependen de este medio de transporte para sus actividades diarias.

Es inaceptable que en la actualidad, las empresas de transporte, vitales para el desarrollo y la movilidad de la población, sean blanco de grupos criminales que buscan extorsionar a través del miedo y la violencia. La impunidad con la que operan estos delincuentes, quienes ya han atentado en cuatro ocasiones contra Etuchisa en el transcurso de un mes, demuestra una debilidad preocupante en la capacidad de las autoridades para garantizar la seguridad pública.

El reciente ataque en el que dispararon contra un bus con pasajeros a bordo es un claro ejemplo del desprecio absoluto que tienen estos criminales por la vida humana. Que los ocupantes del bus hayan tenido que lanzarse al suelo para salvar sus vidas es una imagen que retrata la desesperación y el terror que generan estas situaciones. Es urgente que las autoridades intensifiquen sus esfuerzos para capturar a los responsables y desmantelar las redes criminales que están detrás de estos actos.

La ciudadanía no puede seguir viviendo en un estado de constante temor, y menos aún cuando el miedo se convierte en una herramienta de control por parte de delincuentes que buscan lucrar a costa del bienestar colectivo. Es momento de que el Estado, en coordinación con la Policía Nacional, tome acciones firmes y decisivas para proteger a los ciudadanos y garantizar que empresas como Etuchisa puedan operar sin la amenaza constante de la extorsión y la violencia.