Además,
enfrenta brechas graves en capacidad de respuesta policial y coordinación
municipal.
De acuerdo con el Instituto Peruano
de Economía (IPE), Puno registra la tasa de victimización más alta del país,
con un 37.8% de personas mayores de 15 años afectadas por algún delito entre
marzo y agosto de 2024, muy por encima del promedio nacional del 27.4%. Las
denuncias casi se duplicaron entre 2019 y 2024, pasando de 573 a 1,035 por cada
100,000 habitantes, y el hurto se consolidó como el delito más común,
representando el 34% del total a febrero de 2025.
Según el SINADEF, en los primeros
cuatro meses de 2025 se reportaron 19 homicidios en la región, más del doble
que en el mismo periodo del año anterior. “Siete
de cada diez puneños se sienten inseguros al caminar por las calles”,
reporta el INEI, mientras que la confianza en la Policía Nacional solo alcanza
el 8%. Asimismo, la región enfrenta limitaciones estructurales para enfrentar
el delito: apenas cuenta con 177 policías por cada 100,000 habitantes y solo 13
de sus 64 comisarías tienen equipamiento básico.
Para
hacer frente a la inseguridad ciudadana en Puno, se necesitan políticas
integrales y sostenibles. “Esas deben
asegurar una ejecución eficiente del presupuesto en seguridad y priorizando
inversiones en equipamiento policial, tecnología e infraestructura. Además, es
clave reforzar la articulación entre la PNP y las municipalidades para
garantizar una respuesta más coordinada y efectiva frente al delito”,
señala el IPE.
Fuente:
IPE