Durante los últimos ocho años, no ha habido un solo día sin reportes de homicidios, con ciudades como Lima, Callao, La Libertad, Ica y Piura entre las más afectadas por estos crímenes.
Según el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), en los primeros 16 días de 2025 se han registrado 81 homicidios en el país, reflejando una alarmante tendencia de violencia sostenida. Durante los últimos ocho años, no ha habido un solo día sin reportes de homicidios, con ciudades como Lima, Callao, La Libertad, Ica y Piura entre las más afectadas por estos crímenes. Esta persistente inseguridad se ha convertido en un grave problema nacional.
La situación se agrava debido a la crisis política y a la falta de recursos en la Policía Nacional de Perú, que enfrenta carencias en equipos, personal y capacitación. Este debilitamiento institucional ha permitido al crimen organizado ganar terreno, según expertos en seguridad. Las consecuencias de esta violencia no solo afectan la seguridad ciudadana, sino también la economía, frenando inversiones y elevando los costos de seguridad. Un economista enfatizó la urgencia de políticas claras y eficaces para frenar la violencia, restaurar la confianza en el sistema judicial y proteger el desarrollo económico del país.