No es una sorpresa el estado actual del ámbito político de nuestro país, dado que los recientes hechos ocurridos han demostrado la fragilidad de los tres poderes del estado: El Ejecutivo, el Legislativo y el Poder Judicial. Los mencionados anteriormente han decaído y se comprueba en las encuestas realizadas a la población por parte del Instituto de Estudios Peruanos donde claramente se identifica un rechazo de la población.
La mandataria termina el año con un 84% de desaprobación y los congresistas con 91%. Lamentables, pero no sorprendentes las cifras que determinan el desempeño de los políticos peruanos, demostrando la ineficiencia para tomar las riendas de un país. De igual modo, la exfiscal Patricia Benavides presuntamente implicada en una presunta red criminal. Realmente podemos hacer una serie en torno a los personajes mediáticos y sus peripecias. ¿Qué director se animará?
Por otra parte, la cuenta regresiva para la culminación del presente año no se detiene y algunos aún quieren figurar para formar parte de la incidencia, es el caso de Antauro Humala, quien en una reciente entrevista para el Diario La República ha mencionado que de llegar al sillón presidencial se retiraría del Pacto de San José para ejecutar a expresidentes en una acto de moralidad, puesto que prefiere defender los derechos de el pueblo peruano y no de los exmandatarios.
La política peruana se encuentra en la hora más oscura, ya que no existe alguien con la valentía o la habilidad de resolver las deficiencias del Estado. Además, al recorrer las calles del distrito de Villa El Salvador, para consultar a las ciudadanas y ciudadanos, la gran mayoría señala que deberían retirarse de sus cargo la actual jefa de Estado y los parlamentarios para convocar a nuevas elecciones generales. Esto demuestra el desprecio de las peruanas y peruanos por sus autoridades. A veces da ganas de recostarse a dormir y pensar que todo este terror político es un sueño.
