Por: Miguel Villaverde Cisneros
24/10/24
Se sintió en muchas ciudades, la voz de rechazo de un país asolado por el sicariato y la extorsión, cuyos tentáculos legales protectores y cómplices anidan en el Ejecutivo y el Congreso. La indignación organizada de la ciudadanía ante el crimen organizado tenía un objetivo claro: Cerrar el paso a la violencia y derogar las leyes que auspician el crimen organizado.
Entre los acontecimientos de la agitada jornada de ayer, se difundió por redes sociales un comunicado de la Coordinadora de Empresarios del emporio comercial de Gamarra con una dura advertencia al Gobierno, en la que se resalta que, si el gobierno de la señora Dina Boluarte, no soluciona el problema de extorsión y la criminalidad en el país, implementarán un “PARO TRIBUTARIO”.
En su momento, la representante de esta coordinadora, Susana Saldaña, confirmó de manera tajante: “No estamos trabajadores, somos los microempresarios, los que tributamos alrededor de 200 Millones, somos los que generamos empleo. Somos los que movemos la economía”. Los empresarios han dado una voz de alerta que debemos prestarle mucha atención.
El comunicado dice expresamente: “De continuar tomando medidas que no generan impactos positivos, miles de emprendedores, – quienes movemos la economía nacional – nos preparamos para protestar con lo que llamamos; ´PARO TRIBUTARIO´. Es decir: NO PAGAREMOS IMPUESTOS, hasta tener la certeza que aquel dinero será destinado de manera efectiva y responsable para combatir la delincuencia que tanto daño nos hace.” Ojo ahí, escuchen todos. Gamarra esta dando una voz y convocando a los microempresarios en todo el Perú, ya no a marchar ni a hacer un Paro, sino a una rebelión civil.
Una nueva forma de Paro: ¡No pagaremos impuestos!
¿Cuál es su razonamiento? Pagamos impuestos para que el Estado nos brinde y garantice derechos, para que el Estado funcione, entre esos derechos: la salud, educación y sobre todo seguridad. Y claro, si el Estado no nos están dando el servicio de manera oportuna y adecuada por el que tributamos ¿Para qué tributamos? La realidad parece darles la razón.
