Pobladores denuncian ser afectados por la emisión de gases tóxicos.

El señor Rafael Llacchua, poblador del fondo agrícola: El Olivar, ubicado entre el límite de Lurín y Pachacámac, denuncia que hace un año y medio su vivienda y la de sus vecinos son contaminadas por la emisión de gases tóxicos emitidos por la empresa Deli Hongo al momento de procesar champiñones

Esto ocurre porque para la elaboración de champiñones se hace podrir el excremento de gallinas con amoniaco y otras sustancias químicas que generan un olor muy desagradable, además de diversos males: como dolor de estómago y cabeza

“Todos los vapores de ese excremento de gallina que lo almacenan lo hacen pudrir con químicos y eso lo utilizan para hacer la materia prima para hacer champiñones y están cerca del albergues de niños. de ancianos y hay familias. Los fines de semanas llega una pestilencia con todo el amoniaco que te inflama la garganta, te duele la cabeza, la barriga y todo los días tragamos eso”

Este caso ya fue reportado a las autoridades de Lurín y Pachacámac, y se clausuró el local por no tener licencia de funcionamiento ni otros requisitos para ejercer en un área poblada, pero igual la municipalidad de Pachacámac le proporciono la licencia, señaló indignado el denunciante.

Asimismo, el señor Llacchua, manifestó que tras hacer pública esta denuncia, dos sujetos desconocidos lo amenazaron con un arma al salir de su casa para que no pronuncie más acerca de este tema que afecta la salud de todos los pobladores de esta zona agrícola.